He de admitir, que hace un año tenía una gran curiosidad por saber por qué era necesario un programa de gestión específico para ópticas. Para mí, vender gafas sólo implicaba un proceso de venta muy simple donde el cliente esporádicamente compraba motivado por una necesidad puntual.
Sin embargo, durante este tiempo trabajando en Deipe, he podido comprobar que el mundo de la óptica es bastante más amplio y complicado, que moviliza una gran actividad empresarial y especialmente que cada vez tiene mayor presencia en nuestras vidas.
Hoy en día los "hábitos de consumo" del cliente potencial de ópticas han aumentado y diversificado. Debemos considerar que "Salud y estética" son dos conceptos que cada vez están más compenetrados y presentes en las necesidades de un porcentaje muy alto de nuestra sociedad. La gente cada vez gasta más en productos y servicios ópticos, llegando a convertirse en parte fundamental de sus vidas o incluso como una característica que los define, "su marca personal".
Todo esto me lleva a pensar que aquellas ópticas que quieran permanecer en el mercado y que quieran crecer y ser fuertes ante la gran competencia, tienen que marcar la diferencia, y animarse a dar un salto de calidad. Para ello, se hace especialmente importante pasar de una mentalidad simple a una mentalidad gestora, donde el control del negocio y el análisis de los datos se conviertan en piezas fundamentales del negocio.
Un programa de gestión de ópticas que permita ir por delante y atender las necesidades del consumidor, llevar un control férreo de sus almacenes, la gestión de las compras, teniendo en cuenta los indicadores de control del producto y que además nos permita una organización sencilla y eficaz es el aliado perfecto para conseguir ser competitivos, diferenciarnos de la competencia y triunfar en nuestro negocio.